Objeción: El Movimiento de Reforma no tiene el derecho de existir, porque la hermana White escribió en 1905: “No podemos entrar en ninguna nueva organización, porque esto significaría apostatar de la verdad”. Mensajes selectos, tomo 2, pág. 449. Contestación: Antes de buscar a explicar el testimonio arriba, vamos a leer todo el párrafo: “El Señor ha declarado que la historia del pasado se repetirá cuando entremos en la obra final. Hay que proclamar ante el mundo todas las verdades que él ha dado para estos últimos días. Hay que fortalecer cada pilar que él ha establecido. Ahora no podemos alejarnos del fundamento que Dios ha colocado. No podemos entrar en ninguna nueva organización, porque esto significaría apostatar de la verdad”. Mensajes selectos, tomo 2, pág. 449. En este testimonio vemos que había un peligro de alejarse del fundamento y destruir los pilares de la fe, cerca del año 1900. Eso no se podía permitir. Cualquier nueva organización que atentase a destruir el fundamento y los pilares de la fe, sería ciertamente apostasía de la verdad. Un año antes, en 1904, fue dado el siguiente testimonio que tiene que ver con esta cuestión: “El enemigo de las almas ha procurado introducir la suposición de que había de realizarse una gran reforma entre los adventistas del séptimo día, y que esa reforma consistiría en renunciar a las doctrinas que están en pie como las columnas de nuestra fe y que había de comenzar un proceso de reorganización. Si se efectuara esta reforma, ¿qué resultaría? Los principios de verdad que Dios en su sabiduría ha dado a la iglesia remanente serían descartados. Sería cambiada nuestra religión. Los principios fundamentales que han sostenido la obra durante los últimos cincuenta años serían considerados como error. Se establecería una nueva organización. Se escribirían libros de una nueva orientación. Se introduciría un sistema de filosofía intelectual. Los fundadores de ese sistema irían a las ciudades y harían una obra maravillosa. Por supuesto, se tendría poco en cuenta el sábado y también al Dios que lo creó. No se permitiría que nada se interpusiera en el camino del nuevo movimiento. Los dirigentes enseñarían que la virtud es mejor que el vicio, pero habiendo puesto de lado a Dios, resolverían depender del poder humano, que no tiene valor sin Dios. Su fundamento estaría edificado sobre la arena, y la tormenta y la tempestad barrerían la estructura. Mensajes Selectos, tomo 1 página 238. “¿Quién tiene autoridad para comenzar un movimiento tal? Tenemos nuestras Biblias. Tenemos nuestra experiencia, testificada por la operación milagrosa del Espíritu Santo. Tenemos una verdad que no admite transigencias. ¿No repudiaremos todo lo que no esté en armonía con esa verdad? Vacilé y me demoré en enviar lo que el Espíritu de Dios me impelía a escribir. No quería ser compelida a presentar la influencia desorientadora de esas falsedades. Pero en la providencia de Dios los errores que han estado entrando debían ser afrontados”. Mensajes selectos, tomo 1, págs. 238, 239. El testimonio arriba fue escrito no solamente como una amonestación sino también como una reprehensión por causa de los errores que ya se estaban esparciendo en la iglesia. Fue elaborado un plan para reorganizar la obra médica, bajo el liderazgo del Dr. J. H. Kellogg, que afectó el corazón de la iglesia. Si tal organización hubiera sucedido, “sería cambiada nuestra religión”, “los principios fundamentales” “serían considerados como error”, y “se tendría poco en cuenta el sábado”, etc. Se haría una modificación radical en las doctrinas fundamentales. Una organización tal nunca debería se establecer, pues eso sería en realidad apostasía de la verdad. Ese error afectó la iglesia tan profundamente que no fue fácil extinguirlo. El siguiente esclarecimiento es dado sobre este caso: “Después de recibir noticia sobre la excelente reunión de confesión y unidad que fue realizada en Battle Creek, estaba escribiendo en mi diario, y estaba para registrar la gratitud que sentí porque hubo un cambio, cuando mi mano fue detenida, y me fueron dichas las palabras: ‘No escribas. No hubo cambio para mejor. Enseñanzas que desvían las almas de la verdad son presentadas como siendo de gran valor. Doctrinas que llevan a desvíos y sendas prohibidas son enseñadas; doctrinas que llevan a los hombres a actuar de acuerdo con sus propias inclinaciones y desarrollar sus propósitos no santificados; doctrinas que, si recibidas, destruirán la dignidad y poder del pueblo de Dios, oscureciendo la luz que de otra manera vendría a ellos por medio de los escogidos agentes de Dios’ ”. Testimonies for the Church, vol. 8, pág. 231. La historia confirma que esa apostasía tuvo lugar realmente, y más de 4.000 miembros dejaron la iglesia y se unieron con el Dr. Kellogg, entre los cuales estaban muchos ministros y maestros. La doctrina del panteísmo fue una de las doctrinas erradas. Nuevas teorías y doctrinas se enseñaban, y esa nueva organización no era nada menos que “apostasía de la verdad”. La amonestación fue dada contra tal organización. Contrario a esta organización, la Iglesia Adventista del Séptimo Día Movimiento de Reforma sostiene los pilares fundamentales de la fe original Adventista: La Santificación del sábado, El Sellamiento de los 144.000, La Reforma Pro-salud y la indumentaria Cristiana, El Santuario, El diezmo sagrado, El Matrimonio como vínculo vitalicio, El Triple Mensaje Angélico, La no participación en la Guerra y Política, La separación de la Iglesia y el mundo, entre otros... *Te invitamos a seguir éste estudio descargando el libro "Objeciones Contestadas ASD" o ver la conferencia. DescargasDescargar tema completo en PDF, "Objeciones Contestadas ASD" por Alfredo Carlos Sas, clic aquí. Descargar PDF,"La verdad sobre el Movimiento de Reforma" por A. Balbach, clic aquí. Descargar libro PDF de Historia Adventista: "A la Puerta y Llamo" por A. Sas, clic aquí. Más libros en PDF, clic aquí. Ver ConferenciaConferencia sobre la Historia del Movimiento Adventista y el Movimiento de Reforma
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