El Santo Sábado

Los principios de fe dicen así:

“Creemos que también este mandamiento como todos los otros, es inmutable. (Santiago 2:10; Mateo 5:17). Solamente el séptimo día de la semana es llamado  “Día del señor” para diferenciarlo de los otros. (Éxodo 20: 8-11; Marcos 2:27).

Este mandamiento santifica el sábado y prohíbe por eso toda función oficial  y todo trabajo que no contribuye a la santificación del día. Por ejemplo: Preparación de comidas que hay que efectuar  el día de preparación (Viernes) (Éxodo 16:23); también trabajos oficiales o conversaciones sobre esto. (Isaías 58:13). También trabajos intelectuales y enseñanza oficial y material. Tampoco mandaremos nuestros hijos los días sábados a la escuela pública. (Estudios escogidos 355-356).

Empleados públicos, comerciantes, independientes, como también criados y criadas, ninguna clase de hombres, hasta el extranjero que esté dentro de tus puertas, como también los animales domésticos deben guardar solemnemente el sábado. (Apocalipsis 14:9-11).

También viajes de ferrocarriles o la venta de revistas misioneras, no contribuyen a la glorificación del sábado, por eso tienen que ser evitados. Puede ser necesario viajar el sábado, para alcanzar a las iglesias y grupos que necesitan nuestra ayuda, y para darles el mensaje que deben oír según la voluntad de Dios; pero siempre que fuese posible, deberíamos comprar los pasajes y tomar las disposiciones necesarias el día anterior. Si proyectamos un viaje más largo, tendríamos que empeñar todo para arreglar nuestro itinerario de manera, que no llegamos a nuestro destino el día sábado. Estudios escogidos 357).

El fin de la santificación del sábado es una “fiesta de alegría del Padre con sus hijos”. (Génesis 2:2-3). Por lo tanto, es nuestro privilegio, de imitar el ejemplo de Jesús en hacer cosas buenas el sábado. (Mateo 12:10-12). Edificación espiritual de jóvenes y ancianos; alabanza y honra a Dios, visitas a los enfermos, contemplaciones y descanso en la naturaleza tendrían que ocupar el sábado.

Creemos que la transgresión general del santo sábado  y la observancia del Domingo forman un cumplimiento de las profecías del profeta Daniel (Daniel 7:25). Según esto, el poder del anticristo, es decir, el papismo se atrevió a mudar la ley de Dios y los tiempos. El segundo y cuarto mandamiento fueros alterados por la iglesia católica con la afirmación de tener derecho para esto. También las congregaciones protestantes siguen el ejemplo de Roma.

Mientras que el sábado representa el sello de Dios (Signo de la verdadera adoración del Creador), significa la observancia del domingo la marca  del poder anticristiano. (Apocalipsis 7:1-3; 13:16-18). Creemos que cada uno que transgrede el sábado, tomará la señal de la Bestia, y tendrá que recibir las consecuencias de su desobediencia. (Conflicto de los siglos 662/3).

Origen del descanso del Sábado:

  1. Dios hizo la primera semana: 

Génesis 1: 5, 8, 13, 19, 23, 31 “Y llamó Dios a la luz “día”, y a las tinieblas llamó “noche”. Así fue la tarde y la mañana, el primer día….Y llamó Dios al espacio “cielo”. Y fue la tarde y la mañana, el segundo día….Y fue la tarde y la mañana, el tercer día…..Y fue la tarde y la mañana, el cuarto día….Y fue la tarde y la mañana, el quinto día…..Entonces Dios contempló todo lo que había hecho, y vio que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana, el día sexto.”

Génesis 2:1-3 “Así quedaron acabados los cielos y la tierra, y todas sus criaturas acabó Dios en el séptimo día la obra que hizo,  y reposó en el séptimo día de todo lo que había hecho en la creación. Y Dios bendijo al séptimo día, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación.”

“El gran Jehová había puesto los fundamentos de la tierra; había vestido a todo el mundo con un manto de belleza, y había colmado el mundo de cosas útiles para el hombre; había creado todas las maravillas de la tierra y del mar. La gran obra de la creación fue realizada en seis días.  “Y acabó Dios en el día séptimo su obra que hizo, y reposó el día séptimo de toda su obra que había hecho.  Y bendijo Dios al día séptimo, y santificólo, porque en él reposó de toda su obra que había Dios criado y hecho.” (Gén. 2: 2, 3) Dios miró con satisfacción la obra de sus manos.  Todo era perfecto, digno de su divino Autor; y él descansó, no como quien estuviera fatigado, sino satisfecho con los frutos de su sabiduría y bondad y con las manifestaciones de su gloria.

Después de descansar el séptimo día, Dios lo santificó; es decir, lo escogió y apartó como día de descanso para el hombre.  Siguiendo el ejemplo del Creador, el hombre había de reposar durante este sagrado día, para que, mientras contemplara los cielos y la tierra, pudiese reflexionar sobre la grandiosa obra de la creación de Dios; y para que, mientras mirara las evidencias de la sabiduría y bondad de Dios, su corazón se llenase de amor y reverencia hacia su Creador.

Al bendecir el séptimo día en el Edén, Dios estableció un 29 recordativo de su obra creadora.  El sábado fue confiado y entregado a Adán, padre y representante de toda la familia humana.  Su observancia había de ser un acto de agradecido reconocimiento de parte de todos los que habitasen la tierra, de que Dios era su Creador y su legítimo soberano, de que ellos eran la obra de sus manos y los súbditos de su autoridad.  De esa manera la institución del sábado era enteramente conmemorativa, y fue dada para toda la humanidad.  No había nada en ella que fuese obscuro o que limitase su observancia a un solo pueblo.

Dios vio que el sábado era esencial para el hombre, aun en el paraíso.  Necesitaba dejar a un lado sus propios intereses y actividades durante un día de cada siete para poder contemplar más de lleno las obras de Dios y meditar en su poder y bondad.  Necesitaba el sábado para que le recordase más vivamente la existencia de Dios, y para que despertase su gratitud hacia él, pues todo lo que disfrutaba y poseía procedía de la mano benéfica del Creador.” P.P. 28/2-3; 29/0-1

  1. Dios descansó en el sábado: 

Génesis 2:3 “Y Dios bendijo al séptimo día, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación.”

3. ¿Con que propósito fue dado el sábado al hombre?

Éxodo 31:13 “”Di a los israelitas: Guardad mis sábados, porque el sábado es señal entre mí y vosotros por vuestras generaciones, para que sepáis que Yo Soy el Eterno que os santifico.”

Ezequiel 20:12,20 “”Les di también mis sábados, para que fuesen una señal entre mí y ellos, para que supiesen que Yo Soy el Eterno que los santifico….”Santificad mis sábados, y sean una señal entre mí y vosotros, para que sepáis que yo, el Eterno, soy vuestro Dios.”

El descanso del Sábado antes del monte Sinaí:

Éxodo 16: 23,30 “Moisés respondió: “Esto es lo que ha dicho el Señor. Mañana es el santo sábado, el reposo consagrado al Eterno. Lo que tengáis que cocer, cocedlo hoy; y hervid lo que tengáis que hervir; y guardadlo para mañana”….Así, el pueblo reposó el séptimo día.”

Un triple milagro:

  1. Una doble cantidad de maná caía en el sexto día:

Éxodo  16: 5, 22,29 “”Pero el sexto día prepararán lo que hayan juntado, que será el doble de lo que junten cada día”…..En el sexto día juntaron doble porción, dos omeres para cada uno (unos 4 kgs)…. “Mirad que el Señor os dio el sábado. Por eso en el sexto día, os da pan para dos días. Quédese, pues, cada uno en su estancia, y nadie salga de su lugar en el séptimo día”.”

  1. Nada caía en el Sábado:

Éxodo 16:25-27 “Entonces les dijo Moisés: “Comedlo hoy, porque hoy es el sábado del Señor. Hoy no lo hallaréis en el campo. “En los seis días lo juntaréis, pero el séptimo día es sábado, en él no se hallará”.  A pesar de todo, algunos del pueblo salieron en el séptimo día a juntar, y no hallaron nada.”

  1. Lo que era guardado para el sábado no se malograba:

Éxodo 16: 24  “Y ellos lo guardaron hasta el día siguiente, como Moisés había mandado, y no se pudrió, ni se agusanó”

El  Sábado en el Sinaí:

Éxodo 20:8-11 “Acuérdate del día sábado para santificarlo. Seis días trabajarás y harás toda tu obra. Pero el sábado es el día de reposo del Señor tu Dios. No hagas ningún trabajo en él; ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días el Eterno hizo el cielo, la tierra y el mar, y todo lo que contienen, y reposó en el séptimo día. Por eso, el Señor bendijo el sábado y lo declaró santo.”

EL SANTO SABADO EN EL NUEVO TESTAMENTO:

  1. Jesús es Señor del sábado:

Marcos 2:27-28 “También les dijo: “El sábado fue hecho para el hombre, no el hombre para el sábado. “Así, el Hijo del Hombre es también Señor del sábado”.”

“”El Hijo del hombre es Señor aun del sábado.” Estas palabras rebosan instrucción y consuelo. Por haber sido hecho el sábado para el hombre, es el día del Señor. Pertenece a Cristo. Porque “todas las cosas por él fueron hechas; y sin él nada de lo que es hecho, fue hecho.”* y como lo hizo todo, creó también el sábado. Por él fue apartado como un monumento recordativo de la obra de la creación. Nos presenta a Cristo como Santificador tanto como Creador. Declara que el que creó todas las cosas en el cielo y en la tierra, y mediante quien todas las cosas existen, es cabeza de la iglesia, y que por su poder somos reconciliados con Dios. Porque, hablando de Israel, dijo: “Díles también mis sábados, que fuesen por señal entre mí y ellos, para que supiesen que yo soy Jehová que los santifico,”* es decir, que los hace santos. Entonces el sábado es una señal del poder de Cristo para santificarnos. Es dado a todos aquellos a quienes Cristo hace santos. Como señal de su poder santificador, el sábado es dado a todos los que por medio de Cristo llegan a formar parte del Israel de Dios.” D.T.G. 255/1

  1. Jesús guardaba el sábado:

Lucas 4:16 “Y Jesús fue a Nazaret, donde se había criado, y conforme a su costumbre, el día sábado fue a la sinagoga, y se levantó a leer.”

Marcos 6:2-3 “Cuando llegó el sábado, empezó a enseñar en la sinagoga. Al oírlo, muchos quedaron admirados, y decían: “¿De dónde este hombre saca estas cosas? ¿Qué sabiduría es ésta que le es dada, que hasta realiza milagros? “¿No es éste el carpintero, hijo de María, y hermano de Santiago, José, Judas y Simón? ¿No están también aquí sus hermanas con nosotros?” Y se escandalizaban de él.”

Marcos 1:21 “Fueron a Capernaum, y cuando llegó el sábado, Jesús entró en la sinagoga, y empezó a enseñar.”

  1. Jesús guardó el sábado en la sepultura:

Marcos 16: 1, 9 “Cuando pasó el sábado, María Magdalena, María madre de Santiago, y Salomé, compraron especias aromáticas para ir a ungir el cuerpo de Jesús…Después que Jesús resucitó en la madrugada del primer día de la semana, apareció primero a María Magdalena, de quien había echado siete demonios.”

  1. Jesús recomendó que el sábado fuese guardado:

Mateo 24:20 “”Orad que vuestra huida no sea en invierno ni en sábado.”

  1. Los discípulos guardaban el sábado:

Lucas 23:54-56 “Era la tarde del día de la Preparación, y estaba por empezar el sábado. Las mujeres que habían venido con él desde Galilea, siguieron de cerca, y vieron el sepulcro, y cómo fue puesto su cuerpo. Y vueltas, prepararon aromas y perfumes.  Pero reposaron el sábado, conforme al Mandamiento.”

PREPARACIÓN PARA GUARDAR EL SÁBADO:

Lucas 23: 54-56 “Era la tarde del día de la Preparación, y estaba por empezar el sábado. Las mujeres que habían venido con él desde Galilea, siguieron de cerca, y vieron el sepulcro, y cómo fue puesto su cuerpo. Y vueltas, prepararon aromas y perfumes.  Pero reposaron el sábado, conforme al Mandamiento.”

Levíticos 23:32up “De tarde a tarde guardaréis vuestro sábado”

Nehemías 13:19 “Así, cuando iba oscureciendo a las puertas de Jerusalén antes del sábado, ordené que cerrasen las puertas, y no las abrieran hasta después del sábado.  Y puse a las puertas algunos de mis criados, para que no entrasen carga en sábado.”

 LA SANTIFICACIÓN DEL SABADO:

Isaías 58:13 “Si retiras tu pie de pisotear el sábado, de hacer tu voluntad en mi día santo, y si al sábado llamas delicia, santo, glorioso del Eterno, y lo veneras, no siguiendo tus caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando palabras vanas, entonces te deleitarás en el Señor, y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te sustentaré con la herencia de Jacob tu padre; porque la boca del Eterno lo ha dicho.”

Nehemías 13:16-22 “También en la ciudad había tirios que traían pescado y toda mercadería, y vendían en sábado a los hijos de Judá en Jerusalén.  Reprendí a los señores de Judá.  Les dije: “¿Qué mal es éste que hacéis, profanando así el día sábado? ¿No hicieron así vuestros padres, y trajo nuestro Dios todo este mal sobre nosotros y sobre esta ciudad? ¿Y vosotros añadís ira sobre Israel profanando el sábado?” Así, cuando iba oscureciendo a las puertas de Jerusalén antes del sábado, ordené que cerrasen las puertas, y no las abrieran hasta después del sábado.  Y puse a las puertas algunos de mis criados, para que no entrasen carga en sábado. Y quedaron fuera de Jerusalén una y dos veces los negociantes que vendían toda especie de mercancía. Los amonesté, y les dije: “¿Por qué pernoctáis ante la muralla?  Si lo hacéis otra vez, os echaré mano”.  Desde entonces no vinieron en sábado. Y ordené a los levitas que se purificasen, y viniesen a guardar las puertas, para santificar el sábado.  También por esto acuérdate de mí, Dios mío, y perdóname según la grandeza de tu amor.”

“Dios quiere que el sábado dirija la mente de los hombres hacia la contemplación de las obras que él creó.  La naturaleza habla a sus sentidos, declarándoles que hay un Dios viviente, Creador y supremo Soberano del universo.  “Los cielos cuentan la gloria de Dios, y la expansión denuncia la obra de sus manos.  El un día emite palabra al otro día, y la una noche a la otra noche declara sabiduría.” (Sal. 19: 1, 2.) La belleza que cubre la tierra es una demostración del amor de Dios.  La podemos contemplar en las colinas eternas, en los corpulentos árboles, en los capullos que se abren y en las delicadas flores.  Todas estas cosas nos hablan de Dios.  El sábado, señalando siempre hacia el que lo creó todo, manda a los hombres que abran el gran libro de la naturaleza y escudriñen allí la sabiduría, el poder y el amor del Creador.” P.P.29/2

“Y el Señor dice: “Si retrajeres del sábado tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y al sábado llamares delicias, santo, glorioso de Jehová;. . . entonces te deleitarás en Jehová.” A todos los que reciban el sábado como señal del poder creador y redentor de Cristo, les resultará una delicia. Viendo a Cristo en él, se deleitan en él. El sábado les indica las obras de la creación como evidencia de su gran poder redentor. Al par que  recuerda la perdida paz del Edén, habla de la paz restaurada por el Salvador. Y todo lo que encierra la naturaleza, repite su invitación: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar.” D.T.G. 255/2; 256/0

LA OBSERVANCIA DEL SABADO EN LA NUEVA TIERRA:

Isaías 56:2-3 “”Dichoso el hombre que hace esto, el hombre que se aferra a ello, que guarda el sábado sin profanarlo, y se guarda de hacer todo mal. Y el extranjero que se haya unido al Eterno, no diga: ‘El Eterno me excluirá de su pueblo’. Ni diga el eunuco: ‘Soy árbol seco’ .Porque así dice el Eterno a los eunucos que guarden mis sábados, y elijan lo que yo quiero, y abracen mi pacto: Yo les daré lugar dentro de mi casa y de mis muros, un memorial y un nombre mejor que el de hijos e hijas. Un nombre perpetuo les daré, que nunca perecerá. Y a los extranjeros que se unan al Eterno para servirle, para amar el Nombre del Eterno y ser sus siervos, a todos los que guarden el sábado sin profanarlo, y se mantengan firmes en mi pacto, yo los llevaré a mi santo monte, y los alegraré en mi casa de oración. Sus holocaustos y sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos.”

Isaías 66:22-23 “Así como los cielos nuevos y la nueva tierra que yo hago, permanecen ante mí dice el Eterno, así permanecerán vuestros descendientes y vuestro nombre. Y de mes en mes, y de sábado en sábado, vendrán todos a adorar ante mí dice el Eterno.”

“La promesa de lo futuro era gloriosa a los ojos de los seres celestiales.  Una creación restaurada, una raza redimida, que por haber vencido el pecado, nunca más podría caer, era lo que Dios y los ángeles veían como resultado de la obra concluida por Cristo.  Con esta escena está para siempre vinculado el día en que Cristo descansó.  Porque su “obra es perfecta;” y “todo lo que Dios hace, eso será perpetuo.” Cuando se produzca “la restauración de todas las cosas, de la cual habló Dios por boca de sus santos profetas, que ha habido desde la antigüedad,” el sábado de la creación, el día en que Cristo descansó en la tumba de José, será todavía un día de reposo y regocijo.  El cielo y la tierra se unirán en alabanza mientras que “de sábado en sábado,” las naciones de los salvos adorarán con gozo a Dios y al Cordero.” D.T.G. 7141sp

“Cuando el Edén vuelva a florecer en la tierra, el santo día de reposo de Dios será honrado por todos los que moren debajo del sol. “De sábado en sábado,” los habitantes de la tierra renovada y glorificada, subirán “a adorar delante de mí, dijo Jehová.” D.T.G. 250/0 up


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