Los principios de fe dicen así:
Creemos que el Espíritu Santo es el representante de Cristo en la Tierra (Juan 14:16). Sin él sería imposible comprender la voluntad de Dios y vivirla. También sería imposible una exacta interpretación de la palabra de Dios sin el espíritu Santo (Juan 14:26; I Corintios 2:11). Es un poder del Padre y del hijo y es activo también por los hombres ( 2 Pedro 1:21; 1 Pedro 1:11). El espíritu Santo es uno con el Padre y el hijo, de manera que los creyentes son bautizados no solamente en nombre de ellos, sino también en el nombre del Espíritu Santo, después de haber conocido a éste. (Mateo 28:19; 1 Juan 5:7; 2 Corintios 13:13).
- ¿Quién es el Espíritu Santo?
La Santa Biblia revela que el espíritu santo es una persona:
Hechos 15:28 “”Porque ha parecido bien al Espíritu Santo y a nosotros, no imponeros ninguna carga más que estas cosas necesarias.”
Juan 16:14 “”El me glorificará, porque tomará de lo mío, y os lo comunicará.”
“El Espíritu Santo tiene una personalidad, de lo contrario no podría dar testimonio a nuestros espíritus y con nuestros espíritus de que somos hijos de Dios. Debe ser una persona divina, además, porque en caso contrario no podría escudriñar los secretos que están ocultos en la mente de Dios. “Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios” (1 Cor. 2: 11) (Manuscrito 20, 1906).” EV. 447/7; 448/0
“Necesitamos comprender que el Espíritu Santo, que es una persona así como Dios es persona, anda en estos terrenos (Manuscrito 66, 1899. [Extracto de un discurso dado a los alumnos del Colegio de Avondale, Australia.] ).” EV 447/5
- El Espíritu Santo tiene personalidad:
Contiende:
Génesis 6:3 “Y dijo el Eterno: “Mi Espíritu no contenderá con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne. Así, sus días serán 120 años”.”
“Por la manifestación de su Espíritu, Dios obra para reprender y convencer al pecador; y si se rechaza finalmente la obra del Espíritu, nada queda ya que Dios pueda hacer por el alma. Se empleó el último recurso de la misericordia divina. El transgresor se aisló totalmente de Dios; y el pecado no tiene ya cura. No hay ya reserva de poder mediante la cual Dios pueda obrar para convencer y convertir al pecador. “Déjalo” (Ose. 4: 17), es la orden divina. Entonces “ya no queda sacrificio por el pecado, sino una horrenda esperanza de juicio, y hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios.”” P.P. 429/2
Enseña:
Lucas 12:12 “Porque el Espíritu Santo os enseñará en la misma hora lo que debáis decir”.”
“El Espíritu Santo formula toda oración sincera. Descubrí que en todas mis intercesiones, interviene por mí y por cada uno de los santos. Su mediación siempre estará fundamentada en la voluntad de Dios, y nunca tendrá el propósito de avalar lo que está en contra de sus designios…Siendo Dios, el Espíritu conoce la mente del Altísimo. Por lo tanto, en cada oración, ya sea a favor de los enfermos u otras necesidades, la voluntad de Dios ha de ser respetada.” R. Poder 28/1
Convence:
Juan 16:8 “Y cuando el venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.”
“Cuando él [el Espíritu de verdad] viniere redargüirá al mundo de pecado, y de justicia, y de juicio.” La predicación de la palabra sería inútil sin la continua presencia y ayuda del Espíritu Santo. Este es el único maestro eficaz de la verdad divina. Únicamente cuando la verdad vaya al corazón acompañada por el Espíritu vivificará la conciencia o transformará la vida. Uno podría presentar la letra de la Palabra de Dios, estar familiarizado con todos sus mandamientos y promesas; pero a menos que el Espíritu Santo grabe la verdad, ninguna alma caerá sobre la Roca y será quebrantada. Ningún grado de educación ni ventaja alguna, por grande que sea, puede hacer de uno un conducto de luz sin la cooperación del Espíritu de Dios. La siembra de la semilla del Evangelio no tendrá éxito a menos que esa semilla sea vivificada por el rocío del cielo. Antes que un solo libro del Nuevo Testamento fuese escrito, antes que se hubiese predicado un sermón evangélico después de la ascensión de Cristo, el Espíritu Santo descendió sobre los apóstoles que oraban. Entonces el testimonio de sus enemigos fue: “Habéis llenado a Jerusalén de vuestra doctrina.” D.T.G. 625/3; 626/0
“Aunque no podemos ver al Espíritu de Dios, sabemos que bajo su acción el hombre, que estaba muerto en transgresiones y pecados, es convencido y convertido. El descuidado y díscolo llega a ser serio. El endurecido se arrepiente de sus pecados, y el que no tiene fe se hace creyente. El jugador, el borrachín y el licencioso se vuelve firme, sobrio y puro. El rebelde y obstinado llega a ser dócil y semejante a Cristo. Cuando observemos estos cambios, podemos estar seguros de que el poder trasformador de Dios ha convertido a esa persona. No vemos al Espíritu, pero si es posible captar las evidencias de su obra que cambia el carácter del más endurecido u obstinado de los pecadores. Así como el viento se mueve con su fuerza al más elevado de los árboles y los derriba, del mismo modo el Espíritu Santo puede actuar en el corazón humano, sin que ningún hombre finito pueda circunscribir la obra de Dios.” R. Poder 31/1
Dirige:
Hechos 13:2 “Un día, mientras estaban celebrando el culto al Señor y ayunando, dijo el Espíritu Santo: “Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a la cual los he llamado”.”
Ayuda e Intercede:
Romanos 8:26 “Además, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad. Porque no sabemos pedir lo que conviene, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.
Inspira:
2 Pedro 1:21 “Porque ninguna profecía vino jamás por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron inspirados por el Espíritu Santo.”
Santifica:
1 Pedro 1: 2 “elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sea multiplicada.”
“Nuestra santificación es la obra del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Es el cumplimiento del pacto que Dios ha hecho con aquellos que se comprometen con Él, a permanecer con Él, con su hijo y su Espíritu en santa comunión. ¿Habéis renacido? ¿Os habéis convertido en un nuevo ser en Cristo Jesús? Entonces cooperad con los tres grandes poderes del cielo que trabajen a favor de vosotros” (MS 11, 1901) The Signs of the Times, 19 de Junio de 1901
Nos consuela:
“En toda ocasión y lugar, en todas las tristezas y aflicciones, cuando la perspectiva parece sombría y el futuro nos deja perplejos y nos sentimos impotentes y solos, se envía el Consolador en respuesta a la oración de fe. Las circunstancias pueden separarnos de todo amigo terrenal, pero ninguna circunstancia ni distancia puede separarnos del Consolador celestial. Dondequiera que estemos, dondequiera que vayamos, esta siempre a nuestra diestra para apoyarnos, sostenernos y animarnos.” D.T.G. 623/2
- El Espíritu Santo es Dios:
Hechos 5:3-4 “Pedro le dijo: “Ananías, ¿por qué Satanás ha llenado tu corazón hasta inducirte a mentir al Espíritu Santo, y a quedarte con parte del precio de la heredad? “Reteniéndola, ¿no quedaba para ti? Y vendida, ¿no estaba en tu potestad? ¿Por qué pusiste eso en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios””
- Atributos del Espíritu Santo:
Es la verdad:
Juan 16:13 “”Cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará de sí mismo, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que ha de venir.”
Es Omnipotente: Distribuye dones espirituales
1 Corintios 12:11 “Pero todas estas cosas, las efectúa uno y el mismo Espíritu, y reparte a cada uno en particular como él quiere.”
Es Omnipresente:
Juan 14:16 “”y yo rogaré al Padre, y os dará otro Ayudador, para que esté con vosotros para siempre.”
Salmos 139: 7-10 “¿Adónde me iré de tu Espíritu? ¿Y adónde huiré de tu presencia? Si subiera a los cielos, allí estás tú; si en el abismo hiciera mi lecho, allí estás también. Si tomara las alas del alba, y habitara en el extremo del mar, aun allí me guiará tu mano, y me sostendrá tu diestra.”
Es Omnisapiente:
1 Corintios 2:10-11 “Pero Dios nos lo reveló por el Espíritu, porque el Espíritu lo explora todo, aun lo profundo de Dios.”
Es Creador:
Job: 33:4 “El Espíritu de Dios me hizo, Y el soplo del Omnipotente me dio vida”
Salmos 104:30 “Envías tu Espíritu, son creados, y renuevas la faz de la tierra.”
- La Misión del Espíritu Santo:
- Su Misión en el mundo:
Hacer reconocer el señorío de Cristo:
1 Corintios 12:3 “Y nadie puede decir: “Jesús es el Señor”, sino por el Espíritu Santo.”
“Acerca del Espíritu dijo Jesús: “El me glorificará.” El Salvador vino para glorificar al Padre demostrando su amor; así el Espíritu iba a glorificar a Cristo revelando su gracia al mundo. La misma imagen de Dios se ha de reproducir en la humanidad. El honor de Dios, el honor de Cristo, están comprometidos en la perfección del carácter de su pueblo.”
D.T.G. 625/2
Convence:
Juan 16:8 “”Y cuando él venga convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.”
- Su Misión en favor de los Creyentes:
Los ayuda:
Juan 14:16 “y yo rogaré al Padre, y os dará otro Ayudador, para que esté con vosotros para siempre”
“El Espíritu Santo era el más elevado de todos los dones que podía solicitar de su Padre para la exaltación de su pueblo. El espíritu iba a ser dado como agente regenerador, y sin esto el sacrificio de Cristo habría sido inútil. El poder del mal se había estado fortaleciendo durante siglos, y la sumisión de los hombres a este cautiverio satánico era asombrosa. El pecado podía ser resistido y vencido únicamente por la poderosa intervención de la tercera persona de la divinidad, que iba a venir no con energía modificada, sino en la plenitud del poder divino. El Espíritu es el que hace eficaz lo que ha sido realizado por el redentor del mundo. Por el Espíritu es purificado el corazón. Por el espíritu llega a ser el creyente partícipe de la naturaleza divina. Cristo ha dado su Espíritu como poder divino para vencer todas las tendencias hacia el mal, hereditarias y cultivadas, y para grabar su propio carácter en su iglesia” D.T.G. 625/1 sp.
Nos Recuerda:
Juan 14:26 “”Pero el Ayudador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi Nombre, os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que os he dicho.”
Nos trae la verdad de Cristo:
Juan 14:17 “”al Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no lo ve, ni lo conoce. Pero vosotros lo conocéis, porque está con vosotros, y estará en vosotros.”
Juan 15:26 “”Pero cuando venga el Ayudador que os enviaré del Padre, el Espíritu de la verdad que procede del Padre, él testificará de mí.”
- Nos trae la presencia de Cristo:
Juan 14:18 “”No os dejaré huérfanos, volveré a vosotros.”
Juan 14:16-17 “”y yo rogaré al Padre, y os dará otro Ayudador, para que esté con vosotros para siempre, “al Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no lo ve, ni lo conoce. Pero vosotros lo conocéis, porque está con vosotros, y estará en vosotros.”
- Guía la operación de su Iglesia:
Hechos 13:1-4 “Había entonces en la iglesia de Antioquía, profetas y maestros: Bernabé y Simón llamado Níger, Lucio el cireneo, Manaén, criado con Herodes el tetrarca, y Saulo. Un día, mientras estaban celebrando el culto al Señor y ayunando, dijo el Espíritu Santo: “Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a la cual los he llamado”. Entonces habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos, y los enviaron. Enviados así por el Espíritu Santo, descendieron a Seleucia, y de allí navegaron a Chipre.”
Hechos 13:52 “Y los discípulos rebosaban de gozo y del Espíritu Santo.”
Hechos 16:6-7 “Atravesaron la región de Frigia y Galacia, y el Espíritu Santo les impidió hablar la Palabra en Asia. Al llegar a Misia, intentaron ir a Bitinia; pero el Espíritu de Jesús no les permitió.”
Hechos 20:28 “”Mirad por vosotros, y por todo el rebaño en medio del cual el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, que él ganó con su propia sangre.”
“La promesa del Espíritu no se aprecia como se debiera. Su cumplimiento no se comprende como se podría. La ausencia del Espíritu es lo que hace tan impotente el ministerio evangélico. Se puede poseer sabiduría, talentos, elocuencia, todo don natural o adquirido; pero sin la presencia del Espíritu de Dios no se conmoverá a ningún corazón ni ningún pecador será ganado para Cristo. Por el otro lado, si están relacionados con Cristo, si los dones del Espíritu son suyos, los más pobres y los más ignorantes de sus discípulos tendrán un poder que hablará a los corazones. Dios los convierte en los instrumentos que ejercen la más elevada influencia en el universo.” P.V.G.M. 263/2
- Equipa a la Iglesia con sus dones:
Hechos 2: 38 “Pedro contestó: “Arrepentíos, y sed bautizados cada uno de vosotros en el Nombre de Jesucristo para perdón de vuestros pecados. Y recibiréis el don del Espíritu Santo.”
Gálatas 5:22-23 “Pero el fruto del Espíritu es: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio propio. Contra estas virtudes, no hay ley.”
1 Corintios 12: 7-11 “A cada uno le es dada manifestación del Espíritu para el bien común. A uno es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; a otro, don de sanidad por el mismo Espíritu; a otro, operación de milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversidad de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas. Pero todas estas cosas, las efectúa uno y el mismo Espíritu, y reparte a cada uno en particular como él quiere.”
“Los talentos que Cristo confía a su iglesia representan especialmente las bendiciones y los dones impartidos por el Espíritu Santo. “A éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro palabra de ciencia según el mismo Espíritu, a otro, fe por el mismo Espíritu, y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu; a otro, operaciones de milagros, y a otro, profecía, y a otro, discreción de espíritus; y a otro, género de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas. Mas todas estas cosas obra uno y el mismo Espíritu, repartiendo particularmente a cada uno como quiere”. Todos los hombres no reciben los mismos dones, pero se promete algún don del Espíritu a cada siervo del Maestro.” P.V.G.M. 262/4; 263/0
“Dios tiene diferentes modos de obrar, y diferentes obreros a quienes confía diversos dones. Un obrero puede tener facilidad para hablar; otro, para escribir; puede ser que otro tenga el don de la oración sincera, ardorosa y ferviente; otro, el don de cantar; otro puede tener poder especial para explicar la Palabra de Dios con claridad. Y cada don ha de llegar a ser un poder para Dios, porque él obra con el que trabaja. A uno Dios da la palabra de sabiduría, a otro conocimiento, a otro fe; pero todos han de trabajar bajo la misma Cabeza. La diversidad de los dones da por resultado una diversidad de operación; pero “el mismo Dios es el que obra todas las cosas en todos.” O.EV. 498/1
El Pecado contra el Espíritu Santo:
Marcos 3:28-29 “Os aseguro que todos los pecados y blasfemias serán perdonados a los hombres. “Pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo, jamás tendrá perdón, sino que será culpable del juicio eterno.”
Mateo 12:31-32 “Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia serán perdonados a los hombres. Pero la blasfemia contra el Espíritu no será perdonada. “El que hable contra el Hijo del Hombre, será perdonado; pero el que hable contra el Espíritu Santo, no será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero.”
“¿En qué consiste el pecado contra el Espíritu Santo? En atribuir voluntariamente a Satanás la obra del Espíritu Santo. Supongamos, por ejemplo, que uno presencie la obra especial del Espíritu de Dios. Tiene evidencia convincente de que la obra está en armonía con las Escrituras, y el Espíritu testifica a su espíritu que es de Dios. Pero más tarde, cae bajo la tentación; lo domina el orgullo, la suficiencia propia, o alguna otra característica mala; y rechazando toda la evidencia de su carácter divino, declara que lo que antes reconoció como ser del Espíritu Santo era poder de Satanás. Por medio de su Espíritu es como Dios obra en el corazón humano; y cuando los hombres rechazan voluntariamente al Espíritu, y declaran que es de Satanás, cortan el conducto por medio del cual Dios puede comunicarse con ellos. Al negar la evidencia que a Dios le agradó darles, apagan la luz que había resplandecido en sus corazones, y como resultado son dejados en tinieblas. Así se cumplen las palabras de Cristo: “Mira pues, si la lumbre que en ti hay, es tinieblas.” (Luc. 11: 35,)” J.T. Tomo II Pág. 265/1
“Conozco los peligros en que se encuentran los que rehúsan andar en la luz que Dios les ha dado. Ellos mismos provocan la terrible crisis por seguir sus propios caminos y proceder según su criterio personal. La conciencia resulta cada vez menos sensible y la voz de Dios parece cada vez más lejana; así es como el obrador de maldad queda liberado a su propia infatuación. Con obstinación resiste cada llamado, desprecia cada consejo y advertencia. Como el mensajero de Dios ya no impresiona su mente, rechaza cada provisión que garantiza su propia salvación. El Espíritu de Dios deja de ejercer su poder para refrenar. Como consecuencia, se escucha la sentencia: “Efraín es dado a ídolos; déjalo” (Ose. 4: 17). ¡Oh, cuán obscura, sombría y obstinada es la independencia! Parece que la insensibilidad de la muerte se apoderara del corazón. Este es el proceso que sigue el que rechaza la obra del Espíritu Santo.” Recibiréis Poder 34/3
“Nadie necesita considerar el pecado contra el Espíritu Santo como algo misterioso e indefinible. El pecado contra el Espíritu Santo es el pecado de un rechazo persistente a responder a la invitación a arrepentirse. Si rehusáis creer en Jesucristo como vuestro Salvador personal,… significa que amáis la atmósfera que rodeó al primer gran apóstata. Elegís esa atmósfera antes que la atmósfera que rodea al Padre y al Hijo, y Dios os permite elegir” A fin de conocerle del 25 de agosto